©Prohibida su reproducción, por cualquier medio, total o parcialmente, sin la autorización expresa de su autor EA1L
Este domingo pasado, aprovechando que por estas nuestra tierras hacía un muy buen día, junto a mi esposa y en compañía de nuestro perro, hemos dado un paseo por una montaña de estos lares.
Hay quien dice que en nuestra tierra aunque haga malo, no importe, pues se sale igual, pero os puedo asegurar que sí importa. Nosotros salimos con asiduidad y cuando llueve, al menos por la montaña, apenas hay gente, eso sí, el chigre (bar) está lleno. Supongo que a este tipo de salidas se refieren cuando dicen que el tiempo no importa, pero bueno esto daría para otra reflexión, y ahora no es el caso, así que volvamos al tema. Estamos en el paseo dominguero por la montaña, la zona elegida, que en un inicio pensaba no identificar para evitar posibles masificaciones, pero creo que no será el caso pues carece de acceso rodado (sólo llega el coche de San Fernando -no el de la F1-), está en unas majadas encima del pueblo de La Rebollada. Al acceder a las majadas, la temperatura era ideal, ni frío, ni calor, el silencio total, y salvo nosotros tres, ninguna persona. La luminosidad del día perfecta (medio día sin una sola nube y el cielo de azul intenso) y la naturaleza en total plenitud de colores, todos los tonos de verdes de la hierba y árboles, gris de la piedra caliza y neveros en las cumbres. Es de esos momentos en que te invade una sensación de paz total. Pues bien, a un lado de la majada hay una cabaña de piedra, de base cuadrada, con el techo hecho también de piedra, sin ningún tipo de viga y con cubierta vegetal, un prodigio de la arquitectura para las personas que las construyeron. En la zona es una construcción bastante típica, pero cada vez que una se derrumba por las inclemencias del tiempo ya no se reconstruye y si se hace el techo ya no es de piedra, pues la técnica a emplear entraña bastante dificultad, es complicada y en muchos caso dudo hasta que se conozca. En este panorama se me ocurrió pensar en su constructor, supongo que "la obra" dataría de hace varios cientos de años, posiblemente sería una persona o personas que apenas habrían salido de su pueblo, posiblemente igual ni habrían visto el mar, en esto me sonó el móvil, de última generación, por supuesto, que contrasentido, miré a mis botas de goretex, con suela vibram, posiblemente fabricadas en china o sus cercanías, y puestos filosóficos lo rematé con la put... crisis. Y si hipotéticamente apareciese el constructor de la cabaña, de que podríamos hablar ?, para no decir nada, de muchas cosas, pues al menos tengo recursos dialécticos, pero posiblemente no conectaríamos, su "crisis" por llamarlo de alguna forma podría venir de que ese año, los pastos de montaña no se desarrollaran bien, o no se diese la cosecha de fabes, patatas,... o que un lobo le matase a alguna vaca, oveja o cabra; posiblemente ya lo que pasara en Oviedo, Gijón, Avilés.... ni le importaría, ni se enteraría, bueno y de distancias superiores a 1.000 km., como si a nosotros nos cuentan hoy día algo que ocurre en Júpiter. En cambio a nosotros nos afecta hasta un estornudo en Ohio.
Hay cuestiones, en las que desde hace 200 años hemos avanzado, sin duda y no en pocas, y no poco relevantes, pero en algunas otras ¿NO NOS HABREMOS COMPLICADO UN POCO LA VIDA? ¿NO HABREMOS ERRADO EL ENFOQUE? ¿CUANTO PUEDE AGUANTAR EL PLANETA A NUESTRO RITMO? ¿Y NOSOTROS?
©Prohibida su reproducción, por cualquier medio, total o parcialmente, sin la autorización expresa de su autor EA1L